Biden presume de la salida de Afganistán que costó 13 vidas: «Ha sido un éxito, salió como fue diseñada»
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, compareció este martes en su primera aparición pública tras la salida del último contingente americano de Afganistán en la noche del 30 al 31 de agosto, un día después de que finalizara el pacto alcanzado con los talibanes, para calificar la misión de «éxito y que salió tal y como había sido diseñada». Se refiere a la misma evacuación que costó 13 vidas de tropas americanas -doce marines y un médico soldado-, y cuyo balance final califica de exitoso.
Biden apareció -con cerca de una hora de retraso, como viene siendo habitual- para ofrecer el mismo discurso de siempre, una retahíla de argumentos calcada a la ofrecida en anteriores apariciones: repitió que la decisión de retirarse fue de Trump, que los afganos no se resistieron a los talibanes y que no tenía sentido seguir allí.
Pero sí llamó la atención su insistencia en remarcar que la evacuación había sido un éxito. «El 90% de los americanos que querían ser evacuados lo fueron», subrayó, recordando las mismas cifras que el general McKenzie, del Pentágono, ya había ofrecido dos días antes. Al mismo general mentó para asegurar que «así se había diseñado esta misión, se había diseñado para actuar bajo mucho estrés y sufrir ataques».
«Ningún país ha logrado algo así en toda la historia», sacó pecho el mandatario, «el éxito extraordinario de esta misión se debe al talento increíble, a la valentía y al coraje desinteresado de los militares estadounidenses, nuestros diplomáticos y nuestros profesionales de inteligencia».
«Los talibanes han hecho públicos sus compromisos, pero nos fiaremos de sus hechos, no de sus palabras»
A su vez, volvió a dirigirse a los terroristas del ISIS-K, la rama local del Estado Islámico que perpetró la matanza en las cercanías del aeropuerto la pasada semana que en total se cobró no menos de 170 vidas. «Aún no hemos terminado con ustedes», dijo, recordando los primeros ataques con drones que acabaron con al menos dos líderes de este grupo terrorista.
Con los talibanes se mostró más dialogante, asegurando que «ellos han hecho públicos sus compromisos, pero no nos fiaremos de sus palabras, lo haremos de sus hechos», en referencia a las promesas de los islamistas de no promover el terrorismo contra intereses norteamericanos y de facilitar la salida de los ciudadanos afganos que quieran abandonar el país.
Biden volvió sobre la idea de que la decisión de abandonar Afganistán fue de Donald Trump. «Mi predecesor firmó un acuerdo con los talibanes para retirar a las tropas estadounidenses. Cuando llegué al poder, los talibanes estaban en su momento de mayor poder desde que entramos en Afganistán». E insistió en que mantuvo ese plan porque era lo «mejor» para el interés nacional de EEUU, «ya no teníamos un propósito en Afganistán, es la decisión correcta, una decisión sabia. Y la mejor decisión para Estados Unidos».
Hay pocas opiniones contrarias en Estados Unidos a que abandonar Afganistán era la única opción realista. Las críticas que le están lloviendo a Biden vienen por la gestión de esta salida y cómo se esfumó el plan inicial de hacerlo el 11 de septiembre, a los 20 años del 11-S con todo su simbolismo, ante la nefasta previsión del poder que habían logrado los talibanes. Biden insiste en que el plan improvisado de evacuación ha sido «un éxito» y en que la culpa de la llegada tan rápida de los talibanes es de un ejército afgano que renunció a luchar. Y de ahí no se mueve.
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